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REPENSAR: La estrategia definitiva para reducir los plásticos

Autor: Jhorman Zavala

La contaminación de plásticos en nuestros ecosistemas plantea nuevos retos a la industria del embalaje, donde se promueven estrategias que abarquen todo el ciclo de vida de los productos.

¿Es el plástico realmente malo?

El último informe del Banco Mundial señala que cada latinoamericano genera 1kg de basura al día y en conjunto sumamos 541 mil toneladas en todo el continente. Muchos de estos residuos son plásticos, y terminan en botaderos al aire libre, o en el mar, alterando los ecosistemas acuáticos y toda la cadena alimenticia. Y al final, nos termina afectando a nosotros, pero ¿qué podemos hacer?

El plástico es un material de fácil manejo y con costo accesible, y por años ha sido la elección predilecta en los envases de productos. Últimamente se ha venido incrementando la sensibilización del daño que causa la contaminación del plástico por su inadecuada disposición final y crecen las iniciativas para reducir su uso.

La ingeniera experta en polímeros Laura Flórez señaló en su columna de Plástico.com que el material es una alternativa que ha cambiado nuestro modo de vivir para bien, sin embargo, depende del “manejo que le demos para tener un efecto malo o bueno en nuestra vida”.  Hay plásticos necesarios, como el que se usa para empacar alimentos al vacío, o el que contiene las bebidas; pero no por ser plásticos necesarios, tienen que ser contaminantes. Los expertos dicen que siempre hay una salida: repensar.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 propone que se garanticen “nuevos patrones de consumo y producción”. En este margen, países como Chile o Colombia promueven una estrategia de economía circular. Ahora no solo existen las 3R’s: Reducir, Reusar y Reciclar, sino se agrega hasta 6R’s más: Reparar, Restaurar, Re-manufacturar, Re-proponer, Recuperar y Repensar.

Esta última característica es considerada la más importante por varios expertos, pues el repensar implica contemplar otra forma de envasar al producto. Así no se “sataniza” el plástico, sino se repiensa todo el ciclo, haciéndolo más reciclable y menos perjudicial. De esta forma se impacta también en todos los actores involucrados en su ciclo de vida.

PLASTECO: Repensar a los actores involucrados

Chile fue pionero en la región para eliminar los plásticos de un solo uso, como las bolsas de supermercado. En ese margen, la nueva ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento del Reciclaje (REP) establece que los productores de “productos prioritarios” como baterías, aceites, envases, neumáticos, se hagan cargo de todo el ciclo de vida del producto.

Plásticos que Plasteco recepciona.

Sin embargo, para Enzo Villaroel, Gerente de Plasteco, una de las empresas más importantes de reciclaje en Chile, la normativa está bien encaminada, pero falta repensar más los sistemas de gestión que le permitan abarcar más mercado.

“El gran déficit es la disponibilidad de materiales para reciclar. Nos cuesta mucho conseguirlos” señala Villaroel, cuya compañía recicla 500 toneladas al mes de las 3 mil disponibles en el mercado. Para él, faltan incentivos gubernamentales que apoyen a las empresas en invertir más en recolectar su basura, para lograr una logística inversa.

“Cuando una empresa traslada una bolsa o empaque compactada hasta el productor, el fardo tiene una densidad de 900 kg por cada metro cúbico. Deshacerse del residuo en basurales resulta más caro, porque sin compactar la densidad es 50kg por cada metro cúbico y se necesita más logística” puntualiza Villarroel.

Acopio de plástico compactado.

Un gran actor olvidado son los supermercados. El Gerente de Plasteco indica que los centros comerciales, los grandes retail, deben incluirse en la cadena de reciclaje, pues son un eslabón muy importante en la logística inversa.

Para él, cambiar la cadena de reciclaje implica añadir a los centros comerciales, de modo que promuevan y gestionen centros de acopio en su infraestructura. Ellos conocen el volumen de productos plásticos vendidos, y tienen las facilidades necesarias para construir los centros de acopio, solo falta la sensibilización de los beneficios económicos y sociales en la gestión de residuos plásticos.

“Comercialmente una mirada ecológica vende por sí sola. Disponer los residuos plásticos dentro de los retail acerca a la ciudadanía a los servicios y productos que pueden ofrecer en estos centros comerciales. Además, un minicentro de recolección de plásticos no requiere más de 40 m2, no son costos inaccesibles, generan trabajo al personal encargado y fácilmente se pueden manejar” finaliza Villaroel.

GRUPO PLASTILENE: Repensar los materiales

El Grupo Plastilene es un conjunto de empresas con gran presencia en Colombia, Ecuador y Guatemala. Ellos fabrican envases y empaques plásticos para diversos sectores, entre los que destacan el industrial y el agrícola.

No obstante, esto no los ha despegado de la responsabilidad de gestionar sus residuos. Por ello tienen en Colombia tres plantas de reciclaje y revalorización de residuos bajo las marcas Plastilene y Reciclene, con capacidad de manejar más de 15 mil toneladas al año.

En Reciclene procesan los residuos plásticos (poliolefinas) generados por las empresas de su mismo Grupo y de otras empresas, incluso competidoras.  Además, los plásticos PET son procesados por la planta de Plastilene.

Diferencias entre el uso y no de plásticos para la conservación de productos.

Sumado a ello, este grupo de empresas ofrece un portafolio de productos sostenibles, bajo los principios de la economía circular y el ecodiseño. Destacando un espíritu corporativo de repensar los materiales para minimizar el impacto medioambiental.

“En el mundo de los empaques de plástico, entre más brillante y virgen sea el material, más llamativo era para el productor. Al poner material recuperado en la estructura, su apariencia cambia, ya no es tan brillante, pero sus propiedades mecánicas son las mismas. Hace unos 5 años nos decían ‘no gracias’ frente a las propuestas de incorporar material recuperado en empaques. Luego hubo un cambio donde ya no era relevante para el productor qué tan brillante se vea el empaque, sino poder contarle al consumidor que está haciendo algo importante en la sostenibilidad de sus empaques”, señala Luisa Fernanda Ribero, Jefa de Sostenibilidad del Grupo Plastilene.

Ribero cuenta que los costos se reparten a través de toda la cadena. A veces la materia prima reciclada puede llegar a costar igual que la virgen, por el proceso de lavado y procesamiento. Por ello, es el productor quien decide incorporar cada vez más contenido reciclado. Así logran difundir al usuario final el mensaje de que es una empresa que apuesta por la sostenibilidad.

Hay muchos productos donde el plástico no tiene otra alternativa. En estos casos es más accesible la logística y costos de producción en comparación al vidrio o cartón, y además tiene menos huella de carbono.

Pellets de plástico procesados por Reciclene.

Por ejemplo, Ribero indica que una tonelada de leche empacada en bolsas de plástico ocupa menos espacio que la misma cantidad empacada en cartón o vidrio. Por ende, la huella de carbono es menor, como también la cantidad de logística necesaria para su transporte y conservación. Por ello hace énfasis que el repensar los materiales es fundamental para continuar con una cadena de valor sostenible.

“Es difícil pensar en un material que brinde las bondades que el plástico otorga. Imagina un pedazo de carne o de pescado envasado en papel. Hay cosas que salen de la dimensión, y, si fuera papel, seguramente tendría recubrimiento de plástico. A los ojos del consumidor es papel, pero por dentro son plásticos y esas mezclas son más difíciles de reciclar que el plástico puro” indica Ribero.

Cada vez son más industrias que repiensan sus envases, que apuestan por uno más sostenible. Como cuenta la Jefa de Sostenibilidad del Grupo Plastilene, si el producto está bien pensado desde el inicio, le es más fácil recorrer toda la cadena de reciclabilidad. El repensar es lo que engloba todo:  repensar el modelo de negocio, repensar los actores, y, sobre todo, repensar los materiales.

“Si el consumidor empieza a reclamar más productos con material reciclado, el productor va a tener que ofrecer productos con este material y solicitárselo a su proveedor. El mercado del plástico recuperado cada vez va teniendo más luces”, finaliza Ribero.

Conoce más

Plasteco

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Enzo Villaroel, Gerente – Plasteco

Grupo Plastilene

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Luisa Fernanda Ribero, Jefe de Sostenibilidad – Grupo Plastilene

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