Iniciativas públicas y privadas cada vez acercan más a los chilenos a la electromovilidad.
La electromovilidad ha llegado para quedarse. Los vehículos eléctricos son, sin dudarlo, el transporte del futuro, y en Chile no son ajenos a esta tendencia. Por ello desde hace unos años se ha formado una sinergia entre el gobierno chileno y las empresas generadoras de energía. Así han establecido una estrategia multisectorial que intenta electrificar a todo el transporte masivo. ¿Cómo lo han conseguido?

Autos públicos con energía limpia
A diferencia de otros países que desarrollan la electromovilidad, en Chile se ha apostado de forma fuerte por electrificar el transporte público. Las últimas cifras indican un incremento en el número de buses eléctricos que operan en el sistema de transporte masivo. Esto es debido a políticas públicas que han facilitado la importación de estos vehículos. Y sobre todo por la gestión de una red de estaciones de carga rápida que permite su operatividad y eficiencia.
“Hoy tenemos 800 buses eléctricos rodando en Chile y esperamos que se sumen a inicios del próximo año 800 o 500 más. Para cualquier ciudad del mundo fuera de China es muy significativo”, señala el Ing. Orlando Meneses, Head of E-Mobility Chile de Enel X, la empresa que domina más del 50% de generación eléctrica en Chile.
Meneses indica que este avance a favor de la electromovilidad se incrementó con los años, gracias a una compenetración entre el sector público y privado. Desde que inauguraron la primera estación de carga rápida en 2011, se incrementó el número de empresas que empezaron a ofrecer autos híbridos o eléctricos. Además, el gobierno empezó a enfocar sus esfuerzos en este sector. Y así, según señala Meneses, empezó a despegar su potencial 2017.
En ese margen nace la Estrategia Nacional de Electromovilidad, donde al 2050 proyectan tener un 40% de electrificación en el parque automotor de vehículos livianos y pequeños. Además, se hace énfasis en alcanzar el 100% de vehículos eléctricos en la red de transporte urbano y conseguir un 70 % de generación eléctrica a base de energías renovables.
Actualmente la matriz eléctrica en Chile alcanza el 50% de generación con fuentes renovables, siendo un 25% entre energía eólica y solar. Meneses cuenta que existe el potencial energético para poder migrar a un parque automotor eléctrico. Y sobre todo si existe el respaldo de una generación de electricidad que incentiva con más tesón la electromovilidad.
Cargadores a donde vayas
Una de las principales estrategias para establecer una red sostenible de autos eléctricos, consiste en implementar una red de estaciones de carga que pueda proveer la energía suficiente para su operación.
Por ello se incentiva que en la vía pública se construyan estaciones de carga rápida con potencia de 150 Kw. Estas logran cargar el 80% de la batería en 15 minutos. Sin embargo, estos cargadores son costosos, por ello se establece una estrategia mixta según el lugar donde se ubique el cargador. Por lo que los centros comerciales cuentan con cargadores de menos potencia, porque el tiempo de permanencia del auto es mayor.
También existen soluciones para el sector residencial. Ya que el vehículo puede permanecer allí toda la noche, los cargadores de mayor oferta son los de baja potencia (3Kw). De esta forma han logrado estimular de forma constante el crecimiento de este sector.
Hasta hoy Enel ha implementado 200 estaciones de carga en las vías de Chile, las cuales funcionan con un sistema de pago por tarjeta y NFC. Incluso tienen instaladas también 450 estaciones de carga privadas.
Además, las estaciones de carga deben garantizar que la energía proviene de fuentes renovables. Pues no sería idóneo tener un auto eléctrico si es que la electricidad que lo impulsa es producida con la quema de petróleo.
Por ello, las empresas distribuidoras de electricidad realizan una auditoría de cuánto es la máxima potencia de energía renovable que pueden ofrecer para cada estación de carga. La clave es no “vender la energía limpia dos veces” como señala Meneses.
El Head of E-Mobility Chile de Enel X cuenta que la inversión que se realizó proyectaron recuperarla en al menos 15 años. En el caso de las estaciones de carga para los buses eléctricos, sí se ha llegado a recuperar lo invertido. No obstante, para la red de carga rápida todavía falta un buen trecho.
Y es que en promedio una estación de este tipo llega a costar más de 100 000 USD. Mientras que las estaciones de carga normal, destinadas para el sector residencial, cuestan alrededor de 1000 USD.

La oportunidad en el delivery
Meneses reconoce que la gran oportunidad de mercado que Enel X ha proyectado es en el sector delivery. La empresa energética ha trabajado en opciones de financiamiento junto a los mayores distribuidores de delivery en Chile. Pues además de brindarles los autos eléctricos, también les provee de estaciones de carga particulares y una red de estaciones disponible dentro de sus rutas.
De esta forma han logrado que más de 300 de estos vehículos puedan beneficiarse de la red de estaciones de carga rápida y continuar su ruta de la forma más ecoeficiente posible. Han logrado alianzas con empresas como Walmart, MercadoLibre, Fedex o DHL. “Nosotros les decimos que les hacemos la obra eléctrica y les financiamos los camiones. Les va a salir igual como el coste de leasing del vehículo” señala Meneses.
El gran reto de llegar al auto particular
Sin embargo, el gran reto se encuentra en llegar al segmento del auto particular. El parque automotor en 2020 dentro de Chile en vehículos livianos y medianos alcanza los 5.5 millones de unidades. Según reporta la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), a finales del 2020 se anotaron solo 236 autos híbridos o eléctricos, no superando en total las mil unidades.
Es por ello que según comentan diversos especialistas, el sector particular es donde deben apuntar las estrategias más intensivas. Meneses señala que existen carencias en la normativa del gobierno para llegar a este sector. Para él, falta focalizar más los esfuerzos para establecer facilidades tributarias que puedan estimular a que el comprador opte por un vehículo eléctrico por sobre uno de combustión. Y es que estos últimos son por lo general varios miles de dólares más baratos que uno eléctrico.
“El gobierno todavía ve como una alternativa de lujo el subsidiar un auto eléctrico particular. No puede ser que el auto eléctrico sea siempre más caro que uno a gasolina o diésel. Deberían dar un impuesto verde o ahorrarles el permiso de circulación. Que no parezca que es un lujo, sino que es un usuario que es más consciente con el medio ambiente y con las generaciones futuras” finaliza.
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Orlando Meneses, Head of E-Mobility Chile – Enel X