Basta con abrir (sea físicamente o virtualmente) cualquier periódico, sea de lengua inglés o en castellano, para encontrar preocupantes noticias sobre crisis de agua, fenómenos climáticos extremos, encarecimiento o incluso desabastecimiento de materias primas o de la energía. Las imágenes no dejan margen a la interpretación, algo serio está pasando.
Parece que hemos entrado, de lleno, en la tormenta perfecta, aunque surgen preguntas. ¿Acaso no vimos las señales antes? ¿De esto se trataba el tan famoso cambio climático? ¿Quién es el responsable de estos desastres y por qué no tomó acción cuando aún se podía? ¿Qué podemos hacer para que las consecuencias sean menos graves?
UN NUEVO PARADIGMA
Para aquellos que nos dedicamos a promover el cambio de paradigma, hacia unos negocios verdes, circulares y regenerativos, estas noticias no son nuevas, simplemente son más frecuentes. Ya estaban allí, entre otras noticias más glamurosas, o simplemente tocaban a lejanos países subdesarrollados, con nombres impronunciables, pero ahora no, están en las portadas, ya no se pueden esconder porque las vivimos en nuestras carnes o las de nuestros vecinos.
Volviendo a mirar vídeos de mis clases de hace unos años, hay uno del 2014 en youtube, una masterclass para una escuela de negocios. Hacia el final se mencionan: crisis energéticas y económicas vinculadas a la destrucción del medio ambiente e incluso, se vaticina el peligro de posibles pandemias. Es decir, los que nos dedicamos a esto, llevamos advirtiendo años que el modelo actual no es, no sólo sostenible sino siquiera viable en el corto plazo y que nuevas formas de hacer las cosas son urgentemente necesarias.
¿CÓMO PODEMOS APORTAR A ESTA TRANSICIÓN?
Y esto nos lleva a pensar en qué podemos hacer para acelerar esta transición. Dentro de este pesimismo que se está haciendo crónico por la catarata de malas noticias, hay rayos de esperanza, porque cuando algo se hace escaso o de difícil acceso, su valor se dispara.
La crisis de energía, agua y materias primas, empujará a una optimización sin precedentes y en la búsqueda de alternativas más eficientes y al desarrollo de nuevas tecnologías. Es decir, la crisis agudiza el ingenio y hace eficiente el mercado, pero, eso sí, hasta un punto. No hay manos invisibles o deus ex machina que lo arreglen desde arriba. Si pasamos de crisis a emergencia vital, ya es otro cantar, porque el riesgo es el colapso de las estructuras sociales, y eso sí es un problema serio porque el paso siguiente es la violencia y el caos social.
Volviendo a los rayos de esperanza en esta tormenta, tenemos tecnologías de sobra para activar el plan de emergencia, pero falta orden y coordinación. También falta un liderazgo a una clase política nacional e internacional que debería mirar para la salud y seguridad en el largo plazo de los habitantes de la Tierra, todos, no sólo los que tienen recursos económicos.
LAS EMPRESAS Y SU IMPULSO HACIA LA CIRCULARIDAD
El proceso de transformación de la industria y de la sociedad está en marcha, y cada vez más empresas reconocen el valor de abrazar la circularidad como filosofía, es decir, eliminar el concepto de residuo no sólo cuando ya se ha generado sino, y sobre todo, antes de que se genere a partir de un diseño circular, que considere en todas las etapas del ciclo de vida de los productos y servicios sus efectos sobre la salud humana y de los ecosistemas naturales, pero también sobre las condiciones laborales y el bienestar social.
En el fondo, se trata de volver a redefinir la misión de las empresas como entidades al servicio de la sociedad y no sólo al servicio de los accionistas, sin mirar a las consecuencias. Igual que los organismos e instituciones públicas, que tienen la ardua tarea de gestionar actores y recursos muchas veces en conflicto entre ellos.
Y aunque no parece, las cosas empiezan a moverse, políticas europeas, nacionales o incluso locales, se alinean hacia objetivos de descarbonización y reducción del consumo per cápita de recursos (y por ende generación per cápita de residuos) al tiempo que aumenta la riqueza disponible. Una fuerte desmaterialización del consumo y del ocio se precisa en los países avanzados, donde la huella ecológica está por encima de nuestras posibilidades, mientras que los países emergentes precisan abrazar un desarrollo limpio y justo y tienen el desafío pero también la oportunidad de aprovechar de los errores de quienes pasaron primero por ahí por hacerlo mejor.
¿CÓMO LO HACEMOS FUNCIONAR?
El efecto, demanda-oferta, como hemos visto, ayudará a evitar derroches al alinear el ahorro económico con el ahorro de recursos, pero ¿qué hacemos con aquellas estrategias de mejora ambiental que no reportan directos beneficios en la cuenta de resultados y que son absolutamente imprescindibles para la supervivencia o competitividad del negocio?
Aquí entra en juego, un tema interesante que tiene que ver con la generación de valor a través del diseño de modelos de negocios circulares. Analizando el business as usual y la cadena de valor “as is” (como es) podemos identificar puntos de transformación circular que lleven a un nivel superior.
Este rediseño, junto con las tecnologías disponibles, nuevos marcos regulatorios que (por lo menos) no obstaculicen la circularidad y una sensibilidad mucho más evidente del mercado son la mezcla perfecta para prepararnos para las próximas tormentas. Cambiar la forma en que las empresas generan valor para el mercado es clave y en la innovación de modelos de negocios está la oportunidad para alinear los intereses de las empresas con el bien común.
METODOLOGÍA ECOCANVAS: MÉTODO EFICAZ PARA LA TRANSFORMACIÓN
Una de las formas más eficaces y eficientes para plantear esta transformación que representa un importante desafío para cualquier empresa, es ejecutar procesos de diseño articulados y enfocados a la circularidad. Para ello, desde 2012, la metodología Ecocanvas da soporte en poner en orden las ideas y acompañar las empresas (e incluso las instituciones en su versión Public) con un método consolidado a nivel internacional y que han hecho de esta metodología la referencia del sector.
Tras más de 10 años de desarrollo, testeo y evolución, la metodología se basa en identificar los retos y priorizarlos, analizar la cadena de valor y detectar oportunidades de transformación, idear y generar soluciones de Economía Circular a partir de ejemplos inspiradores y finalmente concretar un prototipo de solución circular con su plan de acción e implementación.
Esta es nuestra mayor contribución a la transición hacia un modelo que no sólo sea eficiente, sino que pueda regenerar el entorno y la sociedad. Para ello, y más allá de métodos y procesos de diseño o industriales no cabe duda que el gran cambio tiene que llegar en la conciencia de las personas con responsabilidad, sea una gran empresa o un gobierno.
Sin un cambio verdadero, interior y personal, no habrá tecnología, crisis o oportunidad económica que pueda servir a superar esta emergencia en que vivimos. Por eso que seguir promoviendo y provocando “clicks” en los corazones de las personas, sigue y seguirá siendo lo más importante de nuestra labor como Agente de Transformación Circular.
En Ecologing, desde hace más de 12 años, formamos a profesionales en Economía Circular, Emprendimiento Responsable y Diseño de Modelos de Negocio Circulares a través de nuestras clases magistrales, cursos y talleres presenciales y online, y sobre todo mediante nuestro programa estrella tutorizado que arranca en octubre y que, en su 3ª edición, pretende capacitar a nuevos Agentes de Transformación Circular para que sigan difundiendo y habilitando el cambio.
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