Las energías renovables se presentan como una opción para democratizar la energía en las zonas rurales de Argentina con Luz Verde, una empresa que espera romper los paradigmas del acceso a electricidad.
Llevando luz a los extremos del país
¿Se puede vivir sin electricidad en el campo? Probablemente el romantizar la vida agropecuaria sin el acceso a servicios básicos pueda ser atractivo como un “escape a la tecnología”. Sin embargo, la electricidad es la columna para el desarrollo de las comunidades y un indicador de progreso y equidad social. Sobre todo, cuando el sector rural se encarga de producir los alimentos que llegan a todos los mercados argentinos.
Pero, ¿cómo se puede solventar los problemas de este sector y a la par generar nuevas oportunidades de negocio?
Carlos Roldán, Hugo Martínez y Ramiro Roldán apostaron por lo renovable, y empezaron a cubrir las necesidades energéticas de muchos argentinos con paneles y bombas solares. Su empresa, que inició con un capital de $ 4000, dos años después factura más de $ 200 000.

Luz verde para todos
El padre de Carlos Roldán tenía siempre un problema: no podía caminar por las noches sin tropezarse. Y es que, en su hogar en la provincia de Corrientes, no contaba con luz eléctrica del sistema central, por lo que tenía que usar un generador a gasolina, que se apagaba por las noches para disminuir el ruido y ahorrar combustible.
Su hijo Carlos, veterinario de profesión, vio en este problema una oportunidad y junto a su amigo el economista Hugo Martínez empezaron un negocio exitoso: ofrecer paneles y bombas solares a aquellos habitantes de zonas rurales que, como su padre, sufren cada noche y día este problema. Así se complementaron con la experiencia de Ramiro Roldán en el área técnica y dar origen a la empresa Luz Verde Energía Renovable.
Y es que, a pesar que se señale que el acceso a la electricidad en el sector rural alcance el 100% en Argentina, la realidad es totalmente distinta. Pues el tener un generador eléctrico que funciona por horas no es siempre garantía de desarrollo personal y equidad social.
“La conectividad rural en luz eléctrica, internet, accesibilidad de caminos es bastante deficiente. Y pasa en toda América Latina” señala Carlos Roldán.
El futuro es con energías renovables
Es muy probable que este problema de acceso al sistema central de electricidad en el sector rural se perpetúe por muchos años más. Y es que la distancia que hay entre las zonas rurales y las centrales de energía hace muy difícil que el sistema de generación concentrado llegue a todo el país.
Por ello la posibilidad está en la generación distribuida. Producir la energía necesaria para autoconsumo y satisfacer las demandas energéticas que cuentan los hogares y fundos. Incluso la tecnología fotovoltaica o eólica puede complementarse con estrategias de reaprovechamiento de residuos como biogás.
Para Luz Verde, fue un largo pero exitoso camino el poder ofrecer soluciones fotovoltaicas que no solo quedaron en paneles y baterías. Con el tiempo el core del negocio cambió hacia bombas solares para la extracción y distribución de agua, otro de los grandes problemas para el sector agropecuario en Argentina.
“Las bombas solares salen más rentables que una bomba a gasolina. Son muy eficientes, y no tienen mantenimiento más que limpiarlas cuando se llenan de tierra” apunta Martínez.
Al principio esta empresa compraba sus productos a precio de usuario y se encargaba de la instalación. Hoy tienen trato preferente con las principales distribuidoras del país en estas tecnologías y es por su gran éxito, lo cual los ha permitido posicionarse incluso en reportajes para prensa internacional.

El boca a boca fue uno de los factores que definieron su crecimiento como empresa, y el poder diferenciarse de otras tiendas que solo vendían paneles. Pues Luz Verde también ofrece un servicio postventa, y la posibilidad de que el interesado pueda financiar con ellos la compra de tecnología fotovoltaica hasta en 60 días.
“En la provincia está habiendo una sequía importante. El productor está desesperado porque se le muere el ganado y con 5 cabezas que se perdían ya hubieran pagado una bomba solar” comenta Martínez. Roldán por su parte enfatiza que han llegado a lugares a los que no podrían haber imaginado, por la gran distancia que existe entre estos y su natal Corrientes.
“Hemos llegado a los límites de Chaco con Formosa, y en los Bajos Submeridionales de Santa Fe. A más de 1000 km de distancia” cuenta.
¿Cómo encender la luz en Argentina?
Roldán y Martínez tienen claro el camino, pero cada día este se llena de más piedras. La situación económica y política del país y las nuevas condiciones de la pandemia han mellado en parte la expansión de su empresa.
Y es que la variabilidad del tipo de cambio del dólar y la dificultad de acceso a materias primas ha hecho que no puedan rellenar nuevo stock de baterías u otros insumos para seguir cumpliendo con la demanda que hasta hoy tienen.
Por ello, esperan que las condiciones puedan mejorar con el paso del tiempo y que también la banca pública o privada responda a las tendencias mundiales ligadas a la sostenibilidad. Pues reconocen lo difícil que es para muchos productores agropecuarios poder financiar el acceso a estas tecnologías que podrían ser la línea divisoria entre equidad y acceso a oportunidades.
Martínez comenta “Los créditos de alto monto a una tasa competitiva sumando los impuestos te sale arriba del 60 de tasa de interés, ¿cómo compites? Es imposible”. “Hay personas que se ven beneficiadas de estas tecnologías. El gobierno tiene que pensar cómo hacemos para que la gente del interior no se vea obligada a ir a Buenos Aires para mejorar su calidad de vida” finaliza Roldán.
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