Con el afianzamiento de estrategias de sostenibilidad, el número de consultoras en este rubro ha crecido en el Perú. ¿Cuáles han sido sus principales retos y oportunidades? Negocios Verdes conversó con dos de las principales consultoras de sostenibilidad peruanas para conocer su evolución y el potencial de expandir su mercado.
La sostenibilidad no siempre fue un tema presente en las políticas públicas o empresariales peruanas. Sin embargo, las nuevas tendencias y evidencia científica han creado lo que muchos expertos denominan un ‘despertar de conciencia colectivo’ en varios sectores. Es por ello que el sector empresarial dio los primeros pasos hacia mirar con mayor responsabilidad sus operaciones.
Es entonces cuando las empresas empezaron a entender que, si no son parte del cambio, es muy probable que ya no puedan seguir funcionando. Y como consecuencia, necesitan contratar los servicios de empresas que los apoyen y asesoren en este cambio. Así crece el potencial de las consultoras en sostenibilidad.Los cimientos de la Sostenibilidad en Perú
“La COP20 en Lima fue importante. Perú pasó a ser un jugador significativo en las negociaciones contra el cambio climático. Marcó un hito para el nivel empresarial” señala Javier Perla, Gerente de Negocios Sostenibles de la consultora Libélula. Él indica que este evento fue uno de los primeros pasos del sector público y empresarial para mirar la sostenibilidad de una forma más cercana.
Perú dio otro paso importante en la mitigación de los efectos del cambio climático con la Ley Marco sobre Cambio Climático. Promulgada en 2018, se establecen estrategias para el sector público y privado para afrontar este reto. Con esto, se incentivó a que más empresas puedan interesarse por reducir su impacto en la sociedad. Y, en consecuencia, aumentó la demanda en servicios de consultoría en sostenibilidad.
Silvana Caro, Directora Ejecutiva de la consultora Soluciones Conjuntas, coincide en que progresivamente la agenda de todos los sectores empezó a interesarse por metas ligadas a la sostenibilidad dentro de sus funciones. Sin embargo, esto ha sido un duro camino, y es porque hasta hoy muchas empresas todavía tienen que comprender todas las aristas de la sostenibilidad.
“Algunos entienden erróneamente la sostenibilidad. Creen que solo es ‘un proyecto que perdura en el tiempo y que mantendrá la inversión segura’. En realidad, es la armonía y equilibrio de los factores (social, económico y ambiental) que generan esa estabilidad” enfatiza.
Ambas empresas coinciden en que la pandemia de la COVID 19 ha sido el detonante para que muchos empresarios empiecen a sentir aún más la importancia de la sostenibilidad y la “trascendencia de sus acciones. Esto ha repercutido directamente en el aumento de servicios de consultoría.
¿Cómo ser una consultora de sostenibilidad sostenible?
Los servicios que una consultora en este rubro puede brindar son variados. Pueden realizar estrategias y medición para la reducción de la huella de carbono, identificación de problemas de eficiencia ambiental o social dentro de las operaciones. También pueden ofrecer formación en relacionamiento estratégico, gestión de alianzas, sostenibilidad dentro de toda la cadena de valor, y muchos otros servicios.
Faride Nazar, Consultora en Innovación Social y Gestión de Alianzas de Soluciones Conjuntas indica que lo fundamental para conectar con el cliente es saber adaptarse a sus necesidades y realidades. De esta forma, se podría comprender todo su potencial. “Si quieren seguir siendo un actor relevante en su entorno, su localidad y su mercado, deben entender sus operaciones de forma integral” comenta.
Por su parte, Javier Perla enfatiza que el éxito llega en entender el propósito por el cuál la empresa necesita una asesoría, y empatizar con las personas involucradas, pues son ellos quienes liderarán el cambio. “Las empresas existen en un papel, y estas no son quienes toman decisiones. Los que toman decisiones son las personas que están dentro de ella.”
Esto ha sido fundamental para lograr un crecimiento constante, que se ve reflejado en las finanzas de las consultoras. Desde Libélula cuentan que en los más de 10 años que tienen funcionando pasaron de tener 1 cliente privado a tener 40. El interés ha cambiado y existe un “efecto dominó” en el que las empresas se conectan para llegar a la misma meta.
Por su parte, en Soluciones Conjuntas muestran algarabía por el crecimiento de su empresa. Comentan que las personas que empezaron Soluciones Conjuntas lograron aumentar sus ingresos de forma muy positiva.
Además, han llegado a un mercado más grande y cada vez más abierto. Cuentan que, como referencia de la importancia que han adquirido, el mayor cliente que tienen hoy factura al menos tres veces más de lo que facturaba el primer cliente grande con el que empezaron.
Un Perú de oportunidades
Silvana Caro y Faride Nazar apuntan que el gran reto del mercado peruano es solucionar dos problemas puntuales. El primero es que algunas empresas relegan la sostenibilidad a segundo plano. Debido a ello, el segundo problema es que no existe en estas entidades personal dedicado a la sostenibilidad. Esto disminuye la accesibilidad de gestionar alianzas y estrategias que podrían mejorar la eficiencia empresarial, no solo en el plano ambiental, sino también en el económico.
En ese margen, Javier Perla hace una analogía para definir la situación actual. “Yo no he comprado una mascarilla en mi vida hasta la pandemia. Ahora las mascarillas están en todo lado y la oferta y demanda se definen por la necesidad. No esperemos a que el cambio climático sea tan urgente porque nos va a salir costoso” finaliza.
Caro señala que el potencial de crecimiento para las consultoras es inmenso. Sin embargo, indica que este no debe venir con normas que ocasionen que las empresas busquen este servicio solo para que “les saque del problema”. Al contrario, este crecimiento debe responder y entender las necesidades de todos los actores involucrados.
Por ello, una norma que obligue a un sector a migrar hacia un enfoque más ambientalmente responsable no sería lo idóneo. Pues al no estar en sintonía con la realidad empresarial, no lograrían los objetivos deseados.
“Hay mucha miopía en algunas normas. Quienes la elaboran desconocen su viabilidad y con ello la realidad para hacerlas en el Perú” señala la Directora Ejecutiva de Soluciones Conjuntas. “Es mejor definir metas que crear normas a corto plazo que impiden flujos naturales de cambio. Estas metas estarían mejor impulsadas con sensibilización, demanda del mercado y una conciencia más clara” sentencia.
Perla apunta que, para ello, la oportunidad de las consultoras estaría en adelantarse a las nuevas formas de operar antes que se hagan ley, mirando a la experiencia internacional. De esta forma las empresas consultoras podrían tener la expertiz necesaria para liderar este flujo de cambio y responder a todas las necesidades empresariales.
Sin embargo, no se puede olvidar a las pequeñas empresas que funcionan dentro de Perú, que llegan al 99.6% de todo el sector formal. El Gerente de Negocios Sostenibles en Libélula señala que una estrategia para incluir a estas empresas es cambiar el concepto de que la consultoría es muy costosa. Debido a ello, la empresa consultora podría brindar soluciones diferenciadas con presupuestos de acorde a la economía de la PYME.
Por su parte, Faride Nazar señala que para esto, se podría también añadir a un tercer actor. Este podría ser un fondo de cooperación internacional o una empresa grande que pueda apoyar en la gestión de toda su cadena de valor, en el margen de la responsabilidad compartida.
“En las MYPES está el volumen del cambio. Es involucrarse para que toda la cadena genere valor en conjunto. Esto requiere transferencia de conocimientos y distribución de riesgos” finaliza Silvana Caro.
Conoce más
Consultora Boutique Soluciones Conjuntas
Silvana Caro, Directora Ejecutiva – Consultora Boutique Soluciones Conjuntas
Faride Nazar, Consultora en Innovación Social y Gestión de Alianzas – Consultora Boutique Soluciones Conjuntas
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Javier Perla, Gerente de Negocios Sostenibles – Libélula