La certificación B cada vez es más popular entre las empresas que apuestan por la sostenibilidad.
Si hay un sello empresarial que cada vez se puede observar con más frecuencia, es la certificación de Sistema B. Un logo que contiene una B encerrada en un círculo subrayado que según la definición que otorga la misma compañía “son empresas con fines de lucro que miden su impacto social, ambiental y se comprometen, de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medio ambiente”. Pero ¿cómo se logra ser una empresa B certificada?
Los pasos para ser una Empresa Sistema B
Desde Sistema B señalan que son una serie de pasos los que llevan a una empresa a convertirse en B. El primero es tomar una autoevaluación que mide a la empresa en varios aspectos. Entre ellos destacan la gobernanza, medio ambiente, comunidad, trabajadores y clientes, todos en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para alcanzar el siguiente paso de la certificación, la empresa debe haber conseguido 80 puntos de un total de 200.
“La Evaluación B más allá de la certificación, ayuda a las empresas a saber cómo está su gestión de impacto socioambiental en todas las áreas de la compañía” señala Mariale Soto Ruiz, Directora Ejecutiva de Sistema B en Perú. Ella enfatiza que la evaluación permite compararse con las más de 110 mil empresas que se evaluaron. De esta forma pueden saber si están por encima o debajo del promedio en su país y la región.

El examen es estructuralmente el mismo a nivel global, pero difiere según tres criterios. “La evaluación B se adapta a la industria, al país donde se encuentra y al tamaño de la empresa para ser igual de retadora. No es lo mismo una empresa que tiene 30 trabajadores o 3 mil, o si es que estoy en la industria de servicios donde las preguntas medioambientales no tengan tanto impacto como sí lo son en el sector manufactura” indica Soto. Pero, ¿qué sucede si mi empresa no alcanza los 80 puntos?
La Directora Ejecutiva de Sistema B en Perú señala que la mayoría de empresas no llegan a los 80 puntos requeridos, por lo que se necesita implementar un plan de mejora por el cual puedan alcanzar ser una empresa Sistema B a mediano o largo plazo.
En promedio, a las empresas que obtienen más de 80 puntos les toma 6 meses para poder tener el sello tramitado y listo para utilizarlo. Para aquellas que tienen de 60 a 80 puntos toman 3 meses de mejoras adicionales para lograrlo, mientras que las que obtienen entre 60 a 40 les toma de 10 meses a un año de trabajo.
Si la empresa tiene menos de 40 puntos, el plazo es mayor, pero nada es imposible, puesto que estos puntajes abren la posibilidad a ser asesorados por una consultora ambiental que les permita alcanzar este objetivo y ampliar su panorama a la reducción de huella de carbono.
“En Sistema B ayudamos a hacer la autoevaluación de la manera más correcta, además apoyamos en diseñar los planes de mejora para que ellos puedan ejecutarlos” indica Soto.
Después de demostrar todos los puntos obtenidos en la evaluación, la empresa tiene que incluir en sus estatutos la importancia de la sostenibilidad dentro de sus operaciones, para luego empezar con la certificación.
Los beneficios de ser B
Soto Ruiz señala tres grandes beneficios asociados a la certificación. El primero es ser parte de un gran conjunto de empresas que demuestran su intención de generar un impacto positivo en su entorno. Actualmente más de 4 mil empresas ya son B certificadas en más de 77 países y 700 solo en Latinoamérica. “La certificación da acceso a un grupo donde las empresas B de todo el mundo pueden compartir, interactuar y ver cómo pueden colaborar entre ellos” comenta.
El siguiente beneficio es la validación de las prácticas en sostenibilidad que realiza la empresa, y que otorga el sistema de evaluación y los planes de mejora. Según Soto, esto le da un valor adicional a la compañía, pues la evaluación no tiene ningún sesgo y ratifica la intencionalidad de la empresa a comprometerse con un proceso que perdure a través del tiempo.
Además, la certificación B otorga un sello que puede ser difundido en todas las plataformas y le otorga un valor adicional a la compañía que lo posea, en los ojos del cliente. “En Estados unidos el sello B aumenta la intención de compra en 7%” indica Soto.
La certificación es válida por 3 años. El pago depende de la facturación de la empresa, siendo 500 USD anuales en el caso de las empresas que facturan menos de 149 999 USD al año, y va incrementando según aumente la facturación.
Incluso industrias con un manejo de sus operaciones más complejo pueden convertirse en empresas B. “Para los zoológicos pedimos requisitos adicionales para poder certificarse, igual para empresas de agua embotellada, de sustitutos de leche materna, servicios de educación superior o de asesorías de impuestos. También en Brasil están algunas empresas de quema de combustibles fósiles. Frente a estas industrias con rasgos controversiales pedimos requisitos adicionales” comenta Soto.
El futuro lleva una B
El 2020 fue un año clave para muchas empresas que tuvieron que reinventar sus operaciones para hacer frente a los cambios y exigencias que la pandemia ocasionó, sin embargo, esto también fue un aliciente para que las compañías den un giro hacia la sostenibilidad.
“Muchas empresas se acercaron a nosotros por este despertar de conciencia colectivo que la pandemia nos trajo. Empezaron a ver cómo la sostenibilidad les aporta como empresa” indica Soto, quien además cuenta emocionada que el mayor crecimiento se dio en el sector turismo – que estuvo totalmente paralizado por las cuarentenas internacionales- donde buscaban generar vínculos con todos los grupos de interés y ampliar su potencial a un mercado cada vez más interesado en la sostenibilidad.
“Ser una empresa B y preparar la gestión empresarial para que realmente tengan contemplados a todos los grupos de interés es prepararse para un futuro en que los inversionistas, la sociedad y los consumidores van a tener esto como prioridad. Si no lo tienen, probablemente no estés dentro de las opciones para los clientes, los inversores o incluso a los proveedores” finaliza Mariale Soto.
Conoce más
Redes Sociales: Facebook – Instagram
Mariale Soto Ruiz, Directora Ejecutiva en Perú – Sistemas B