El compromiso del sector empresarial es pieza clave para el desarrollo sostenible de un mercado argentino que avanza con miras a ser carbono neutral. Negocios Verdes conversó con dos de las empresas más representativas en medir la huella de carbono y gestionar las emisiones de CO2 dentro de Argentina para saber hacia dónde está moviéndose el mercado.
Argentina está entre los 30 países con más emisiones de CO2 del mundo. En 2018 alcanzaron los 177 410 kt CO2, un 2,6% menos que el 2017. Esto es en parte por un esfuerzo público-privado para reducir sus emisiones. No obstante, resulta desafiante para el sector empresarial y político adoptar medidas más focalizadas para mitigar la huella de carbono de un país con gran presencia industrial.
La reducción de Huella de Carbono
Nicolás Bergler, Jefe de Operaciones de la gestora ambiental CARBON NEUTRAL +, señala que la gestión de huella de carbono empieza con la medición de emisiones de gases de efecto invernadero GEI. Parte de ello implica la mitigación sobre el consumo energético y conseguir compensar el remanente que no se puede neutralizar a través de la compra de bonos de carbono certificados.
Por su parte, Mateo Saavedra, cofundador de la consultora estratégica Kolibri, comenta que lo fundamental es no concebir a las emisiones de GEI como algo alejado, ocasionado por las actividades empresariales. Se debe entender cómo las emisiones de GEI son una parte integral de la operación de la compañía, para que los empresarios se hagan las preguntas necesarias y establezcan estrategias para reducirlas.
“Debemos mirarnos como una cadena de valor que está dentro de una sociedad, parte de un sistema interconectado y preguntarse qué hay más allá de los límites organizacionales, prestarles atención a las materias primas, ¿de dónde vienen? ¿cómo vienen?” indica Saavedra.
A pesar de ser un mercado voluntario, la respuesta es cada vez más positiva, desde Kolibri y Carbon Neutral + perciben que la agenda de los empresarios está en sintonía con la sostenibilidad, con más corporaciones que exigen a toda su cadena de valor que se adhieran a iniciativas que reduzcan su huella de carbono, pero falta más más sensibilización con gran parte del mercado, que aun ve la reducción de huella de carbono como algo que requiere de presupuestos elevados.
“No se debe pensar como algo aislado que requiere más presupuesto, sino que cuando uno busca aprender sobre su negocio, debe entender cómo está ubicado en su cadena de valor para poder ver las oportunidades de mejora más fáciles de implementar” cuenta el cofundador de Kolibri.
Y ¿cómo se gestiona la huella de carbono? El primer paso es la medición. En su mayoría se hace bajo los estándares de GHG Protocol, usado por el 92% de las empresas más importantes a nivel mundial. Por lo general, esta medición dura entre 2 a 6 meses según la complejidad en la recolección de datos necesarios, acotados a un límite operacional.
Luego se deben seguir dos etapas más: la reducción de las emisiones para enrumbarse a la carbono neutralidad y la siguiente orientada en resultados y compensación. Esta se contabiliza al año contable cerrado, después de implementadas las estrategias enfocadas en la operación.
“La medición de la huella de carbono te da la foto en el momento en que iniciaste tu estrategia, porque si no se hace no sabrá cuántas emisiones se redujo y no se podrá plantear objetivos concretos ligados a la industria” enfatiza el Jefe de Operaciones de Carbon Neutral +.
“Debemos asumir un compromiso real y adherirnos a iniciativas globales. Intentamos ser un espejo de Europa y allí se trata el cambio climático. Si una empresa argentina quiere asumir estos compromisos no debe descuidar la parte social, la parte ambiental, la climática y económica. Debe ser sostenible al 2030, al 2050 y sentar las bases que contribuyan a las mejoras”.
La gran oportunidad de la sostenibilidad

Hay dos maneras de poder comprender la importancia de la sostenibilidad reflejada en la empresa. La primera es la forma indirecta y se mide por la reputación que una empresa adquiere por comprometerse con el medio ambiente o causas sociales. El último estudio de 2016 de Nielsen Holdings señala que la población millenial es la más grande en Argentina y contempla el el 22% de los casi 45 millones de habitantes. El 70% de ellos sí consideraría pagar más por un producto con causa social
Pero ¿y si la compañía no ofrece servicios o productos al público de forma directa? El mundo está cambiando y cada vez son más las empresas transnacionales que exigen a sus proveedores y a toda su cadena de valor que adopten medidas de sostenibilidad, además que incentiva la captación de nuevos inversores. En 2012 se contaban 1719 empresas transnacionales que tenían sucursales en Argentina y la gran mayoría exige a sus filiales cumplir con los estándares internacionales.
Además, impacta directamente en los gastos de la empresa. “Se puede ver en la boleta de luz, en la de gas, en la compra responsable de materiales y reducción de combustibles por hacer más eficientes los proyectos. A veces las empresas no arrancan con iniciativas de sostenibilidad porque creen que es algo muy complejo. Pueden arrancar con algo básico como la gestión de residuos, meterse realmente en las operaciones de la empresa e identificar los puntos donde se podría mejorar. Y si se aplica de forma adecuada, el retorno de inversión se puede ver muy rápido”. indica Bergler.
Ambas empresas coinciden que la eficiencia energética un buen punto de partida para reducir los gastos y las emisiones de carbono. Se puede empezar por cambiar la luminaria a LED o conseguir electrodomésticos de Clase A, medidas que pueden ser el primer paso para lograr la eficiencia energética de forma fácil y efectiva.
Argentina Carbono Neutral
Desde Carbon Neutral + sienten que las iniciativas del gobierno podrían mejorar aún más para promover el mercado de medición de huella de carbono, porque a pesar que se incentive el uso de energías renovables, la matriz energética de Argentina no cuenta con la presencia suficiente de las mismas. Sin embargo, confía que las tendencias globales serán las que movilicen a que más empresas quieran reducir sus emisiones.
Por su parte, Mateo Saavedra asegura que las presiones ambientales que se están generando en distintas entidades empujarán el desarrollo político sobre este tema con tributaciones al carbono, de forma que más empresas se vean en la necesidad de establecer estrategias que mitiguen su huella de carbono, además de verse beneficiadas con acceso a créditos nacionales, internacionales, o ingreso a nuevos mercados.
“Es muy probable que en algún momento las grandes empresas empiecen a poner exigencias ambientales a sus proveedores, y las pequeñas empresas van a ganar puntos a favor por sus indicadores y estrategias ambientales” finaliza el cofundador de Kolibri.
*Al momento de la publicación de este artículo, Nicolás Bergler ya no forma parte de CARBON NEUTRAL +. Sin embargo, en esta empresa señalan que mantienen el mismo espíritu de vocación por gestionar junto a las empresas las emisiones de GEI y alcanzar la carbono neutralidad.
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Mauro Bianco, Ejecutivo Comercial – CARBON NEUTRAL +