¿Cómo competir en el mercado cárnico en el país con mayor consumo per cápita de carne vacuna del mundo?

No se puede imaginar una Argentina sin carnes. Y es que comercialmente es uno de los elementos bandera del país sudamericano. A pesar de ello, la producción cárnica sin responsabilidad ambiental está asociada al aumento de gases de efecto invernadero, conversión de suelos y una alta huella hídrica.
Por ello el mundo se enfoca en opciones más tecnológicas, como la carne de laboratorio. En Latinoamérica, B.I.F.E. está desarrollando su propia carne cultivada.

¿Cuáles son los desafíos para que este u otros productos similares puedan posicionarse en el mercado y ser costo-eficientes?
1er paso: Presentación
Estos productos están destinados a competir con los procesados, como las hamburguesas. Y es debido a que, para reproducir cortes exactos de ganado, se necesitaría tecnología de impresión 3D que aun no está disponible.
Sin embargo, los procesados son un gran y prometedor mercado, pues las marcas de comida rápida han empezado a mirar con buenos ojos alternativas veganas o sustentables, y esta carne podría ser el ingrediente faltante para aquellos que buscan mantener la textura y sabor cárnicos, en diferencia a los plant-based.
Josefina Craveri, Responsable de Desarrollo de Negocio, comenta que parte del desafío es encontrar la fórmula precisa para el sabor perfecto de la carne. Y es que la alimentación y vivencias de la vaca alteran el sabor de la carne, por lo que se necesita una condimentación especial que equipare esta sensación.
2do paso: Comunicación
Es necesario concientizar sobre el diferencial que tiene esta carne frente a alternativas que apuntan al mismo mercado.
Por su parte, Laura Correa, directora de la División de Bioingeniería cuenta que, al estar libre de la crueldad animal tradicional, la carne podría ser consumida por algunos vegetarianos. Sin embargo, ese no es el público al que apuntan, pues el gran sector que consume carne procesada es incluso más atractivo y con un mayor valor de mercado.
E incluso existe la alternativa de realizar esta carne a lugares donde la ganadería no se puede realizar por factores geográficos e hidrológicos, como en África. Por ello se vuelve necesario encontrar el networking correcto donde compartir el conocimiento científico que ayude a todos estos negocios a sobresalir.
“Se llama carne limpia porque es lo más transparente y trazable para el consumidor. Que sepa qué es lo que contiene y qué es lo que va a consumir”, enfatiza Craveri.

3er paso: Precio
Es una realidad que el precio de cada pieza hoy supera los 100 USD. Y es que aún falta encontrar la fórmula precisa para que la carne de B.I.F.E. pueda producirse en masa y ser distribuida en los principales retails.
Y más, aun, encontrar el balance entre producción, precio y demanda, que les permita ofrecer la carne a costo estándar para ser un negocio rentable y eficiente. Sin embargo, ven con buenos ojos las tendencias a una alimentación más saludable, y sobre todo con trazabilidad, lo que les permitiría un crecimiento exponencial.
“Las redes sociales nos hacen tener consciencia de cuál es el camino de los alimentos a la mesa. Esa conciencia estimula este tipo de desarrollos”, indica Correa.
B.I.F.E. 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝘀𝗽𝗶𝗻-𝗼𝗳𝗳 𝗱𝗲 𝗖𝗿𝗮𝘃𝗲𝗿𝗶 𝗦.𝗔.𝗜.𝗖.– 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼 𝗳𝗮𝗿𝗺𝗮𝗰𝗲́𝘂𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮 el cultivo de tejidos 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 para trasplantes – la cual financia su investigación y les da el soporte necesario para no perder su brújula. Esto les permitirá enfocarse en conseguir la fórmula en los próximos años, y ser un referente de carne alternativa en la región.

Un comentario
Parece genial que el ser humano pueda cultivar alimentos a partir de laboratorios. ¿Que pruebas tienen de inocuidad sobre el adn de los consumidores?