Latinoamérica es una de las regiones más biodiversas del planeta
Esta afirmación la hemos escuchado varias veces. Cientos de artículos celebran la mega diversidad de los países andinos y amazónicos, y muchos de quienes vivimos en estos países tan afortunados sabemos sobre las muchas especies de aves, anfibios, mamíferos y plantas que están presentes en nuestras costas, sierras y selvas. Esto no es solo un motivo de orgullo, pero como es mencionado en varios estudios y reportes esta biodiversidad apoya a varias cadenas productivas conectadas a industrias tales como la alimentación y la farmacéutica. Por lo tanto, su valoración y aprovechamiento presenta una oportunidad para poner en valor los insumos que esta nos ofrece y de esta manera también protegerla.
Aprovechando nuestra diversidad biológica
Pero a la hora de la verdad, ¿entendemos realmente la oportunidad y los retos que se presentan al querer trabajar con esta diversidad biológica?
Muchos hemos buscado llevar adelante negocios relacionados con esta ventaja comparativa de nuestros países y sabemos lo difícil que puede ser lograr un producto exitoso. Por lo tanto, basándome en las casi dos décadas de experiencia en este campo, propongo tres factores que se deben tener en cuenta al desarrollar un plan de negocios para cualquier producto derivado de la biodiversidad o la biotecnología:
- Natural por sí solo no es sinónimo de bueno o seguro
Un buen producto debe tener una alta calidad, seguridad de uso certificada y cumplir con los requerimientos regulatorios de los mercados a los cuales se enfoca. Los productos de origen natural cada vez son mas visibles pero los consumidores también están cada vez mas informados. Un producto natural sin certificaciones y rigor técnico tal vez pueda llegar a una escala de consumo en mercados artesanales, pero si pensamos en un negocio global o de escala relevante, no basta con ser “verde”. Estas validaciones técnicas requieren inversión, la cual debe estar definida en los análisis financieros del negocio.
2. Factorizar desafíos relacionados a trabajar con cadenas de valor que muchas veces involucran actores vulnerables
Las altas concentraciones de biodiversidad generalmente están localizadas en zonas alejadas, muchas veces rurales y asociadas a comunidades de escasos recursos y tradicionalmente vulnerables. Trabajar con estos actores conocedores de sus entornos aporta un valor significativo a una empresa que busca poner en valor la biodiversidad que estas comunidades conocen y aprecian. En muchos casos, estas poblaciones juegan un papel fundamental en los primeros eslabones de la cadena de valor y trabajar con ellas conlleva desafíos tales como crear conciencia empresarial, hacer un manejo claro de las expectativas de las comunidades, prevenir los cambiamos de vocación de los territorios y la destrucción de ecosistemas vulnerables asociados a los proyectos, entre otros. Las comunidades se deben de sentir involucradas y partícipes de las actividades empresariales y poder disfrutar los beneficios del negocio de acuerdo a las fases de este en las cual puedan agregar mas valor (Valor no entendido solo como transformación de materiales sino entendido también como, manejo agronómico de especies, conocimiento de las zonas de producción, mejoramiento en logística y mejoramiento de las redes de transporte y cuidado de especies productoras). Generar confianza requiere tiempo y esto se debe de factorizar en la estructura de costos, plan operativo y proyección de retornos.
3. Enfoque empresarial aprovechando estructuras emprendedoras ya existentes
Un negocio debe ser un negocio desde el inicio. En varios países de la región, se pueden encontrar comunidades que han sido beneficiadas por proyectos de desarrollo con un enfoque relacionado a cadenas de valor y su financiamiento pudo haber ayudado a emprender las etapas iniciales de algún producto. Reconocer, valorar e incluir la estructura de estos emprendimientos puede aportar capacidades técnicas y empresariales al negocio. Si bien es muy positivo y posible lograr fuentes de financiación de subsidios provenientes de ONGs o multilaterales, la concepción del negocio no debe estar basada 100% en obtenerlas. Un producto exitoso debe tener una base empresarial sólida que involucre conceptos claros de rentabilidad, productividad, escalabilidad, elementos de comunicación y de mercadeo que permitan llevar los negocios a feliz término. Tener estos elementos claros y con un plan de gestión alrededor de ellos permitirá involucrar actores que financien y compren los productos en la búsqueda de la sostenibilidad del negocio.
El “bonus necesario”
Nuestra biodiversidad es una fuente inmensamente rica de activos e ingredientes. Se requiere más investigación aplicada con enfoque de negocios. En este tema juega un papel importante la protección de la propiedad intelectual de los posibles desarrollos, tema que no está muy bien visto desde las organizaciones de base comunitaria y desde algunas corrientes de investigadores de las ciencias básicas. Esta reticencia puede estar basada en la desconfianza generada por experiencias de desarrollos de productos que no tuvieron en cuenta los aportes de conocimiento tradicional de comunidades generando productos multimillonarios que no retribuyeron el valor aportado en las fases iniciales de las investigaciones. Si bien hay casos negativos, en el futuro no debería ser así.
Es necesario crear una base sólida de conocimientos alrededor de las estrategias de protección de la propiedad intelectual de tal forma que no se vulneren los derechos de las naciones y las comunidades pero que, a su vez, le muestre a estos actores que esta es la vía de mayor creación de valor de cualquier tipo de activo en los mercados que hoy en día ven la diversidad biológica como un atractivo.